Poesía / Ecuador

Poesía
En los poemas de Laura Nieves (Ecuador, 1984) habitan los dioses tutelares (que a su vez están en todas partes), las culturas lejanas, los colores de la ternura, el torbellino del verbo, el delirio de la acción creadora. Sus versos aluden a la mitología, a la geométrica dimensión del cosmos, al fuego y a la piedra milenaria. La naturaleza se posa de manera personificada en cada esbozo de prolongada textualidad, en donde el lago, el árbol, la hierba son una conjunción armónica de alegoría y luz. Según la autora, cabe la certeza de “que mi corazón palpita al ritmo de la tierra”. Hay un salto agigantado en el tiempo para retrotraer el origen de las cosas. Un retorno al poema iniciático. Un atisbo sensible “que pueda entender aquello que no puedo ver con mis ojos de carne”. Territorios ajenos que van constituyéndose desde el cosmopolitismo como heredad propia. Una sensación épica que resiste lo efímero. El hallazgo de los vestigios de sal y de arena. Diálogo amante entre el sueño y la realidad. Intimidades de domingo en medio de la taza de café, el amor alborotado y las costumbres que sostienen las miradas y apuntalan los deseos. Voz poética que registra, por otra parte, las pulsiones del mundo, al grado de asumir una postura cuestionadora ante su problemática y las circunstancias que rodean los tentáculos del poder. La esencia de la vida en esta exposición escrita que da cuenta del valor puro de la poesía.
Aníbal Fernando Bonilla
Ilumina mi camino, Thot
con tu tabla de esmeralda
tus conjuros
tus papiros mágicos
principios sagrados
que convierten en sabio al ignorante
lo libran del mal
Tú, el tres veces grande
el tres veces sabio
el tres veces poderoso
Excelso mensajero de los dioses
a quien los egipcios llamaron Thot, el escribano
que registra el juicio de los muertos
y a quien los griegos llamaron Hermes Trismegisto
Enséñame los secretos que se ocultan en el cosmos
que pueda entender aquello que no puedo ver con mis ojos de carne
Permíteme conocer al eterno Logos
que como un cordón umbilical en el espacio
se enlaza a mí desde siempre.
Guíame, Thot
Dame de beber de esa fuente
que nutrió a tantos sabios
Orfeo
Zaratustra
Moisés
Asclepio
Salomón
Guía mi camino, Thot
Despierta la eterna luz que vive en mí.
En Neuchâtel a la orilla del lago
observé un inmenso árbol
en medio del campo se erguía majestuoso
Sus ramas cubiertas de hojas verdes
se extendían ampliamente hacia el espacio
Su figura me recordó al Hombre de Vitruvio
que en medio de geométricas figuras extiende sus brazos
fornidos
celestiales
Con ellos toca el cosmos
se transmuta
se hace uno con él
Es la divina proporción
el hombre hecho universo
sagrado axis mundi
árbol cósmico
que con sus altas ramas toca el cielo
asciende a la morada de los dioses
Da Vinci lo sabía
sus manos crearon obras portentosas
las estrellas siempre lo acompañaron
trazaron su camino
su geometría de luz
Así como ese inmenso árbol que a la orilla del lago
permanece erguido como un coloso
en perfecta línea vertical
a través del tiempo y el espacio.
Hoy digo no a las noticias
No quiero verlas ni escucharlas
No más políticas nefastas
No guerras
Ni atentados
No más celebridades en problemas
Ni países hundidos en el pánico y la miseria
Mis pupilas y mis oídos están cansados de patéticos sucesos
que quitan el sueño y hunden el alma
en un agujero negro de incertidumbre y melancolía
No quiero alimentar a esos desesperados demonios
sedientos de miedo y miseria que viven detrás de todo ello
No quiero que respiren de mi aliento
Ni se nutran de mis pensamientos y mis miedos
Quiero decir no a sus sucios juegos de poder
Estoy cansada
No quiero que vivan más de mí
Hoy diré no a las noticias
A esos demonios que habitan ahí
agazapados
sedientos de atención
haciéndome creer que necesito saber del mundo y de sus problemas
De esas intrigas que ellos entretejen con sus maliciosas garras
Estoy cansada de sus chillidos que se ciernen en la pantalla de mi teléfono
Debo huir de ellos o acabarán por destruirme
Desde hoy digo no a las noticias
Quiero caminar sobre la hierba verde de la montaña
entre las piedras sagradas de antiguos altares y oráculos
Escuchar el gorjeo de los pájaros
y el susurro místico de las hojas de los árboles
o a las sabias palomas de Dodona que profetizaron a los caminantes
Quiero que esa divinidad me hable y guíe
Quiero sentir el viento rozar mi rostro
y despeinarme la cabellera
que mi corazón palpite al ritmo de la tierra
del aire
los astros
Sentirme una con la naturaleza
con la luz solar
y las estrellas
Ser una con los mitos
Una con Dios
y su esencia primordial
Entender y ser Brahman en su pura esencia.
Así como Gilgamesh
lloró a su amado amigo Enkidu
hasta que el gusano de la muerte salió de su cuerpo
así te lloré en mi sueño
Un inmenso abismo se había creado entre nosotros
Estabas muerto
Tu sentido del humor
tus consejos
y tu amada compañía me habían abandonado
Como te lloré en ese sueño
deseaba irme a tu nuevo mundo
y vivir allí contigo
pero hubiese sido imposible
Tú ya estabas en el lugar donde me estaba vedado visitarte
Pertenecíamos a mundos diferentes
Tú en los muertos
Yo en los vivos
solo me queda como a Gilgamesh
preguntarme sobre el porqué de la muerte
y desear esa planta de eterna juventud
que el héroe consiguió en las profundidades del océano
para ponerla en tu boca sin aliento
y quizás una vez vuelto a la juventud
pudieras revivir
Nada de eso era posible
solo me queda resignarme a vivir sin ti
ni los semidioses pueden contra la muerte
Gilgamesh no pudo
tuvo un día también que morir
mientras la ladrona serpiente
seguramente
enroscada
desde un rincón del universo
se mofaba por haberse sustraído la divina planta
que tanto buscó el desdichado héroe
Por eso amado mío
vivo mientras puedo y soy feliz junto a ti
agradecida con Dios porque tu deceso solo fue un sueño
aunque sé que la muerte siempre está al acecho
como esa astuta serpiente del mito acadio.
Amo desayunar contigo
Las mermeladas de fruta de temporada hechas en casa
el pan recién salido del horno
El café caliente de nuestra cafetera italiana
que hierve sobre la cocina y despide humo
Luego el olor del café inundando el comedor
El sabor de la miel con la cual endulzo mi café
Los huevos revueltos o fritos acompañados de Tilsiter nuestro queso favorito.
Y los smoothies hechos en el mixer de tu abuela
Me encanta que digas que te gusta
derretir la mantequilla sobre el pan caliente
mientras me miras con tus grandes ojos azules
y llevas el pelo algo despeinado
porque recién te has despertado de la cama
y ya son las once
Pero es domingo y tenemos todo el tiempo
para charlar de nosotros
y de los otros
Como me gustaría detener esos momentos donde masticas
y saboreas el azúcar de la mermelada de Zwetschgen
que tú mismo preparaste el día anterior
Amo verte así feliz por la comida
feliz porque hoy es domingo y hemos podido dormir lo suficiente
aunque más tarde nos quejaremos que el domingo se fue tan rápido
Pero eso no importa a la hora de comer
Ni siquiera lo pensamos en ese momento
Lo más importante es la comida y vernos frente a frente
en esa misma mesa donde cenamos todos los días
hablamos sobre el cosmos
los devenires cotidianos
o reímos de nuestras bromas
de los sucesos chistosos que nos han acontecido
Esa madera de roble marrón lleva impregnada 10 años de recuerdos
Los cumpleaños
Las cenas navideñas y de año nuevo
La Pascua
y la Fiesta Nacional que celebramos cada año
con un Pan del Primero de Agosto preparado en casa
con decoraciones de banderas
y vaquitas suizas de porcelana
compradas en tiendas artesanales de las montañas
Todo converge en esa mesa
y en nosotros que amamos sentirnos cerca
comiendo
charlando
felices de ese momento compartido
donde agradezco a Dios por haberte conocido.
- Melvyn Aguilar
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Laura Nieves
(Ecuador, 1984). Máster en Formación e Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo. Ha publicado los poemarios Animales de luz (2018), El macho de los 4 vientos (2019) y El olor de la canela (2022). Sus poemas han sido traducidos al alemán, francés, italiano y mandarín. Ha participado en diversos encuentros literarios, festivales de poesía, conferencias y ferias del libro. Recibió una Mención de Honor en el IV Premio Nacional de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, y El Quirófano Ediciones.
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Excelente poesía fresca lugera liviana auténtica suspicaz
Gracias por compartir este arre tan hermoso 💚