Artículo de: / Manuel Puertas Fuertes
T Z A R A UN GRAN POETA POR REIVINDICAR

- Melvyn Aguilar
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T Z A R A UN GRAN POETA POR REIVINDICAR
I
¿Por qué Tzara? : la zanahoria
Agradecimientos a muchos amigos, algunos ya desaparecidos que apoyaron mi trabajo incondicionalmente y me animaron constantemente a continuarlo y a darlo a conocer, y a los que tengo permanente en mi corazón, también hoy. Y un muy especial agradecimiento a marcablanca a Blanca Sotos, que no ha podido estar presente, a Yolanda Pérez Herrera, que nos ha prefaciado con su performance y a Delia Izquierdo Armunia, fotógrafa y amiga siempre, y a todos ustedes por la asistencia que personalmente me reconforta y me ayuda a seguir ante tanto silencio, desprecio y ninguneo.
La pregunta, muy acertada por cierto, que siempre se me plantea en los diferentes actos que he celebrado es : ¿cómo descubriste a Tzara?, realmente fue por casualidad e intuición.
Al leer en uno de los infames libros de literatura del bachillerato franquista, entre las notas en letra pequeña – que no iban a examen- las palabras Dada y el nombre Tristan Tzara, no sé si por la belleza de su sonoridad o por el comentario que las acompañaba, más o menos algo así “como movimiento nihilista y destructor que atentaba contra las bases de la civilización occidental”, se levantó en mí un insaciable deseo de conocer más. ¿Quién puede permanecer impertrérrito cuando en la adolescencia ha leído los 7 Manifiestos? Es imposible quedarse impasible, ya queda inoculado el microbio virgen, y crece la necesidad de saciar esa sed de conocimiento, se van pasando los años intentando buscar libros o escritos de ese autor y del movimiento y sólo encontré, casi subrepticiamente, una muy deficiente traducción del Hombre aproximativo, nada más, del resto un atronador silencio, un páramo desierto, una absoluta ignorancia, esa madre del total desprecio.
Una oscuridad sideral rodeaba todo lo que tuviera que ver con el tema, existía un gran agujero negro en el cosmos literario y esa ansia por saber más de Tzara y de su movimiento me carcomía por dentro, iba acrecentándose por dentro, era como la novia deseada que resulta inalcanzable, pero no sólo no dejas de amarla, sino que aumenta aún más el deseo.
Hasta que en un viaje a París el azar, ese inseparable compañero del mensaje dadaista, quiso que encontrara en una estantería de FNAC, perfectamente alineados, como esperándome, los seis tomos de las Obras Completas de Tzara. Por causas diferentes no pude adquirirlas ene se momento, pero me juré que debía conseguir aquellos textos que Fernando Arrabal me había definido como “necesario evangelio”. Después de un año de íntimo y desesperante sentimiento de vacío, volví a viajar a París y tras numerosas peripecias pude, por fin, satisfacer mi obsesión, y cuando tuve entre mis manos los seis tomos, musité “c’est l’illusion de toute ma vie” (es la ilusión de toda mi vida), mientras el dependiente me miraba estupefacto, ¿ qué pensaría de ese españolito ?. Pero Dada, lo que no es seguro, es un rebuzno …… ni la zanahoria de ningún asno.
Ahora les devuelvo la pregunta a ustedes ¿Cómo supieron de Tzara, qué obras conocen de él?
II
Causas de su ostracismo
Durante un debate de artistas celebrado en 1961 en el Philadelphia Museum College of Art, bajo el epígrafe “¿Hacia dónde vamos desde aquí?” Marcel Duchamp se explayó en un violento ataque verbal contra el desenfrenado mercado especulativo del comercio del arte, que había convertido el arte en “una mercancía como el jabón o los valores bursátiles”. Añadía Duchamp “la especulación material lleva al arte a una dilución masiva, a una disminución del gusto en la niebla de la mediocridad”, con la única esperanza de una “revolución ascética” (un delicioso juego de palabras sobre la estética y su propio estilo de vida espartano) que permitiría que el artista trabaje fuera del sistema de las galerías y los marchantes, en un aislamiento ermitaño, y añadió la siguiente profética opinión : “el gran artista del mañana pasará a la clandestinidad”. A este respecto la marginación de Tristan Tzara es paradigmática.
Lejos de un revisionismo simplista, los hechos se conforman por una pluralidad de causas, por una múltiple etiología, pasemos a enumerar algunas que ocasionaron este ostracismo, que ha derivado en el desinterés e ignorancia acerca de la obra tzarista, y que agrupo en cinco apartados : logísticas, socioculturales, políticas, personales y conceptuales.
Logísticas : La escasez de las tiradas y de las reediciones en el caso de Tzara es, cuando menos, sorprendente y preocupante. quizás por su ascendencia judía. Como dato anecdótico pero significativo, sus Obras completas se publicaron, en magnífico trabajo de investigación de Henrí Béhar, en la editorial Flammarion, mientras que los autores consagrados, algunos incluso no franceses, han visto sus obras completas publicadas en la prestigiosa colección de la Pleyade de la editorial Gallimard – que llegó a ser la editora que monopolizó la obra de Breton. Tzara apenas ha sido publicado en Francia, sus ensayos están inéditos todavía, y mucho menos vertido a otras lenguas, además, al menos en castellano, las escasas traducciones de sus libros, concretamente tres de más de veinte, son muy deficientes, casi delictivas. Tzara es poco y mal conocido.
Socioculturales : La ascendencia judía de Tzara choca frontalmente con el patriotismo o patrioterismo típico de todos los pueblos, y más en este período entre guerras, como base de la doctrina y de la cultura de todos los países, la noción de nación implica en sí misma un carácter endogámico y xenófobo. Así el famoso chauvinismo en el caso francés, que a pesar de enriquecerse de los trabajadores, artistas e intelectuales extranjeros, nunca son aceptados como nacionales. El surrealismo, el dada francés, era (fue o es) la corriente mayoritaria de la época, equiparable al crecimiento actual, y esperemos que coyuntural, del ultraconservadurismo, pero ya es sabido que sólo ir contracorriente es, en muchos casos, ir en la dirección correcta. Por ello Dada era internacionalista, casi apátrida (surgió en tres focos diferentes) y sus miembros fueron pacifistas o mejor antibelicistas, anticolonialistas y contrarios a la violencia y a los ejércitos.
Políticas : En esa gran contradicción entre burguesia y proletariado, Breton al principio defendió el comunismo, imbuído por las posturas extremas de Aragon, tras su viaje a Moscú, luego, tras la evolución hacia la tiranía estalinista, intentó conciliar comunismo y surrealismo. Por contra en Tzara hallamos un estricto compromiso social junto con un espíritu comunista disidente en Tzara que llegó a afirmar “, y que, tras diez años de militancia, también abandonó la disciplina del PCF.
Raro es el intelectual o artista del siglo XX que no se haya visto involucrado con el surrealismo y el comunismo. Y tal como para construir es necesaria la demolición previa del edificio viejo, para una posterior construcción desde los cimientos, así se debe entender el marbete aplicado a Dada, además del de nihilista, de “destructivo”. Dada militaba contra el estado, la ley y el orden. Muchos miembros del movimiento, y sobre todo la rama alemana mantuvieron posturas ácratas, incluso el mismo Hugo Ball, aunque luego derivaría hacia el misticismo y el catolicismo, en su juventud tradujo al alemán obras de Bakunin.
Personales : la manía persecutoria bretoniana y de su escuela. El exacerbado narcisismo de Breton junto con su complejo y contradictorio carácter derivó en un actitud persecutoria hacia Tzara e incluso a renegar de su pasado Dada. Breton era un hombre en cierto modo frustrado y acomplejado por su miedo a la soledad, su relación convulsa con las mujeres es buena prueba de ello, homófobo, autoritario, descortés, engreído, y con unos cambios de humor impredecibles, como demuestra su constante exclusión de miembros del movimiento. La brusca reacción contra Leo Ferré es una anécdota sustantiva, al final solo le rodeaban jóvenes que buscaban al mito. La prestigiosa periodista Madeleine Chapsal que entrevistó a Breton y a Tzara poco antes de morir ambos, afirma : “Sus principios y consignas eran idénticos, pero sus maneras de vivirlos eran opuestas. Breton es esclavo de si mismo se creía un gran hombre, se había forjado una leyenda que defendía a capa y espada. Tzara era un hombre discreto, comedido, auténtico, fraterno, solidario y luchador revolucionario. Huía de todo lo que sonase a fosilización. Estaba enfermo, por supuesto, pero yo sentía en él una deliberada voluntad de volatilización, no por modestia sino para disfrutar mejor de todo, de un instante, de una emoción, de una idea, de un reencuentro …..En definitiva Tzara era libre, mucho más que Breton. Su mera presencia me estimulaba, me sentía llena de energía….” .
Pasaron, como los que actualmente se relacionan por aplicaciones, del amor a distancia al encono personal cuando se conocieron. En dos años tuvieron tres graves enfrentamientos públicos entre 1920 y 1922 : durante la pantomima denominada el Proceso Barrès, ante el frustrado Congreso de París y en la representación de la obra teatral de Tzara Le Coeur à gaz. y culminada su controversia por la diatriba de Breton en Los Pasos perdidos de 1924. Tras este libro, un ajuste de cuentas con dada, se consuma la ruptura y Tzara desaparece de la escena. Sin embargo, muchos años después en el año 1947 se produjo otro encontronazo, cuando al regresar de su huída/exilio en EEUU, Breton, aún rencoroso, junto con algunos de sus seguidores intentó boicotear la conferencia magistral que Tzara pronunció en la Sorbona bajo el epígrafe de El Surrealismo y la posguerra, donde reprocha a Breton el haber abandonado Francia durante la ocupación, y añade “La historia ha superado al surrealismo, porque el mundo no podría basarse en posturas inmutables”. Muy significativa es la prohibición en el testamento de Breton de no publicar la correspondencia hasta después de 50 años tras su muerte, transcurridos éstos se derrumbó el mito.
Conceptuales : El surrealismo, surgido de las cenizas de Dada, es una corriente mayoritaria del periodo entre guerras, como actualmente ocurre con el auge de un neofascismo, una escuela de largas secuelas y excesiva duración, que en mi opinión, hoy ha quedado ya obsoleta, sometida a la jefatura irrefutable de Breton, quien tras repudiar el arte como oficio, cae en ello y ejerce la literatura como su principal profesión. Tzara había impulsado un movimiento revolucionario compuesto por individuos totalmente independientes “todos los miembros dada son presidentes” y con carácter efímero, contingente como toda obra humana, que subvirtió todos los valores clásicos en los que se asienta la sociedad hipócrita burguesa, religión, moral, capital, costumbres, orden, lógica etc y sobre todo ha pasado a la historia por revolucionar las ideas de arte, de belleza y la cultura tradicional. Hoy en día es universalmente aceptado el concepto de arte de Duchamp : idea – operador- proceso – cooperador, Para Dada, el arte y la vida son lo mismo, la poesía no es una profesión, un medio de vida, sino un modo de vida, es una manera de enfrentarse a la realidad para hacerla evolucionar, y para cambiar el “orden social” hacia un mundo mejor, donde el amor y la libertad sean preponderantes. La necrológica aparecida en el diario Le Monde, el día del entierro de Tristan, incluye esta frase “Quien ha desaparecido era uno de los grandes anarquistas del lenguaje, una especie de profeta de la duda”. Toda idea nace de la duda, sin duda no existe nada, Dada no es nada, dada duda. Dada y su mensaje, como no puede ser menos, ha superado la caducidad temporal, pervive y pervivirá siempre, porque está anclado en lo más profundo y genuino del alma humana. Y también, por encima de todo, este silencio, esta censura a las ideas que luchan por la liberación del hombre es consecuencia del miedo, del pavor que suscitan a la sociedad y a la “gente de bien”.
Por último mencionar otra, y no la menor, de las razones por las que la poesía de Tzara apenas sea conocida, a pesar de haber sido en francés, y no en su lengua materna, el rumano, es su complejidad, su difícil comprensión, debido a la maravillosa cualidad de sorpresa de sus asombrosas metáforas, a la desaparición de los signos de puntuación, a la destrucción de la sintaxis y a la erudición y exquisito léxico empleado. No es fácil leer su obra, como tampoco lo ha sido su traducción, esos textos, con larguísimas frases, algunas prosas de páginas enteras y sin puntuación que los ordene, han tenido que ser objeto de una profunda y previa investigación, pudiera decirse, casi arquitectónica en busca de su diseño.
III
Principios del Dadaismo
¿Qué es Dada? ¿Cuales son sus principios? ¿En qué consiste su mensaje?
Dada no es nada, dada es todo sin ser nada, dada es todo siendo nada, dada no tiene ningún sistema lo que no dejar de ser un sistema, dada está contra la lógica y el sentido común, dada es una hamaca que se mece con un suave balanceo, dada es un microbio virgen, dada es la dictadura del espíritu … así ad infinitum. Los intentos de etiquetar y clasificar a dada para intentar comprenderlo fueron innumerables pero Dada no es nada ni siquiera es nihilista
Estamos en el período entreguerras, decadente, recordar que la obra de Oswald Spengler La decadencia de Occidente fue publicada entre 1918 y 1923. Decadente en el sentido de pérdida del monolitismo de las convicciones únicas, época en que se permean otras, donde confluyen ideas y lugares diferentes y alejados.
LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES DE DADA
– Confluencias con el mundo real –
El azar y el caos, frente a las leyes impuestas por el poder y a la lógica de un orden utópico e imposible.
El continuo movimiento del devenir de la vida, el continuo fluir de la experiencia humana frente a la rigidez institucional.
El absurdo y la contradicción frente a la ficción de toda convicción subjetiva de la realidad objetiva.
La acción y el escepticismo frente al sueño y la superstición.
Conceptos dadaistas básicos
El amor (poesía y libertad) la trinidad en la que coinciden Tzara y Breton, la fe roussoniana en la innata bondad humana.
La libertad, del individuo y de la sociedad, no puede darse una sin la otra, a partir de la transgresion, y como culminación del proceso iniciado en el romanticismo.
Anti-todo : anticolonialismo, anticapitalismo, antibelicismo – antitzarismo pero no antiarte sino el replanteamiento de la función del arte como actividad genuinamente humana , imprescindible e innegociable no un producto de especulación. Preconiza la identificacion entre arte y vida : el arte es un modo, no un medio, de vida. “La poesía debe ser vívida y vivida”.
La contradicción ¿acaso todo concepto no esconde en sí mismo su contrario que a su vez lo completa? En la poética de mi obra Musarañas lo expresé muy claramente : “La lucha secular entre contrarios/complementarios es la única fuente del pensamiento de la imagen y del enigma …Sin comparación no hay idea : mas húyase de la ponderación y la mesura. La nada y el individuo se nos aparecen … incompletos. Todo lo contrario/complementario es esencia y sin la connivencia de contradicciones nadie existe.” El imperio del oximoron.
El juego, el aspecto lúdico como relevante ingrediente de la creatividad, la vuelta a los orígenes, a las culturas y el arte primitivos (con el que comerciaron) y a la inocencia de la infancia frente a la hipocresía de las convenciones sociales. Y con él, el azar, la espontaneidad incorporados a la obra como componente básico a lo largo del proceso de creación.
El movimiento continuo, la eternización del momento, la instantaneidad de lo eterno, sin trascendencia ninguna, la total inmanencia de la acción, Heráclito frente a la estúpida rigidez institucional y legal. Cada vida es diferente y todas juntas constituyen el mundo que varía constantemente. El antidogmatismo a ultranza. Dada desapareció, se autoinmoló para no degenerarse.
La destrucción a partir del humor, el sarcasmo, la ironía, la crítica ácida como componentes de la provocación, incluso mediante la afrenta y el insulto y llegar al escándalo del público. Para construir una sociedad más justa y humana es obvio que previamente hay que destruir lo existente, atentar contra las bases de la sociedad, esas entelequias absurdas que dan origen a instituciones que nos esclavizan : religión, patria, dinero, ejército, jueces, moral burguesa etc ….
El absurdo y el caos, circunstancias naturales frente a orden artificial y contra la lógica y las convicciones intelectuales. El valor absoluto de la imagen desencadenada, de la sorpresa casi imposible.
La duda, como fuente primordial del pensamiento, el escepticismo frente a la superstición y al excesivo valor de lo onírico, de la hipnosis o de la astrología.
Junto a esta revolución de las ideas se produjo una similar revolución formal, una transmutación estética, además de ética, un considerable aumento de técnicas creativas, la percepción diferente de la belleza, libre de prejuicios, la desaparición de la diferenciación entre géneros literarios, la libérrima utilización de la tipografía, la eliminación de los signos de puntuación, la poesía simultánea y la fonética, el performance, el fotomontaje, a las que se unirían las aportadas por el surrealismo, el frotage, la calcomania etc.. y la eclosión del recién nacido cinematógrafo.
IV
Etapas en la obra de Tzara
Dada Tras los primeros poemas en rumano que abominó aunque luego fueran publicados, Tzara se traslada a Zúrich. Es la época del Cabaret Voltaire, cuya breve existencia, poco más de cinco meses hasta ser cerrado por las autoridades, revolucionó para siempre el mundo del arte contemporáneo. La provocación y el escándalo que ocasionaron las actividades transgresoras de Dada continuó en otras salas de la ciudad suiza hasta 1920 y luego en París, mientras se extendía primero por EEUU, Alemania y posteriormente por el resto de países europeos. A esta etapa pertenecen, además de la publicación de la revista Dada, los 25 y un poemas, la Primera aventura divina del Señor Antipirina y De nuestros pájaros además de la frustrada publicación de Poemas negros que Tzara había recopilado del folklore de las colonias francesas de África y Oceanía. Finaliza esta etapa con la publicación de los universalmente reconocidos 7 Manifiestos Dada en 1924.
Surrealista. Aun sin pertenecer de forma conspicua al surrealismo, y dejando al margen de éste la obra teatral Pañuelo de nubes, es cierto que las obras publicadas entre 1925 y 1938 tienen muchos rasgos de la escuela liderada por Breton. Entre todas ellas destacamos dos de las más importantes Hombre aproximado y Granos y salvado. La primera es un magno poema épico dividido en XIX cantos y que pasa por ser la obra culmen de Tzara y del Surrealismo, Granos y salvado representa el eslabón entre Dada y Surrealismo, texto donde se entremezclan los géneros y en el que expone hermosa y nítidamente, en sus esenciales Notas, todos sus conceptos sobre el arte y la poesía, diferenciando y analizando el proceso dialéctico que sufre el arte y la poesía entre pensar no dirigido- poesía latente-actividad del espíritu y pensar dirigido- poesía o arte manifiestos- medio de expresión. Destacaría la Nota V que tiene el epígrafe, Poesia : transparencia de los seres y las cosas. Termina este período con la publicación de la obra La Segunda aventura divina del Sr. Antipirina, de carácter dadaísta.
Compromiso. Tzara siempre tuvo una inequívoca conciencia social, que se vio acrecentada por la Guerra civil española, de enorme influencia posterior, y la invasión nazi de Francia , años en que militó en la Resistencia. De hecho, aunque no publicó durante el interin bélico, siguió escribiendo y hasta cuatro obras están inspiradas total o parcialmente en la guerra de España, y que tras la liberación fueron editadas casi al mismo tiempo : Sures alcanzados, Señal de vida, La cara interior, Sin disparar un tiro. En el año de 1947, crucial en su vida donde por fin se le reconoce ciudadano francés y pronuncia su famosa conferencia en la Sorbona : El surrealismo y la posguerra, Tzara se afilia al Partido comunista, que abandonaría diez años después decepcionado tras la invasión de Hungría por las tropas estalinistas.
Última etapa. En 1949 aún publica En la brecha (À haute flamme) obra también dedicada a la inhumana confrontación fratricida española y después, entre otros, el importante libro El Anticabeza. La última obra que publicó en vida fue el libro de artista ilustrado por Picasso La rosa y el perro -poema perpetuo-, compuesto por ses discos giratorios, probablemente inspirados por la película Anémic cinéma de Duchamp y en el último de los cuales Pablo, en acción dadaista, incluyó la frase “mierda para el que lo lea” dirigida a coleccionistas, marchantes, galeristas o curiosos que pudieran llegar a ella, y que se mantuvo desconocida hasta las vacaciones que Tzara pasó en el Vendrell. Los últimos años de su vida Tzara se dedicó a buscar símbolos anagramáticos e interpretar obras de Villon y Rabelais y , muy importante, a recopilar, seleccionar, ordenar y corregir todos sus escritos sobre arte : El poder de las imágenes” y sobre poesía : Las esclusas de la poesía, con el objetivo de publicarlos, cosa que aún no se ha hecho y solo están recogidos en las Obras Completas editadas a cargo de Henrí Béhar en imprescindible trabajo. En ellos utilizando la dialéctica y el sicoanálisis, bajo el tamiz de Jung, como dos precisos bisturís, disecciona la evolución del arte desde los primitivos hasta los movimientos de principios del siglo XX, y de la poesía francesa desde Villon hasta Paul Éluard. Es realmente inconcebible que ambas recopilaciones nunca se hayan publicado y que para conocerlas haya que recurrir a las Obras Completas magnífico trabajo de Henri Béhar concretamente en los tomos IV y V de los seis prolijos tomos publicados por Flammarion entre 1975 y 1991.
V
Dada- Surrealismo : sucesión o secesión
El Surrealismo fue a la vez, la sucesión, la secesión, la degradación y el antídoto de Dada. Argumento el aserto. El Surrealismo fue cronológicamente el inmediato sucesor de Dada. La mayoría de los miembros de la escuela/secuela surrealista provenían de Dada. El concepto dadaista del arte como actividad espiritual fue sustituido por el de arte como un producto más para especular. Para Dada la vida es arte y el arte es modo y no medio de vida. Y el Surrealismo representó el antídoto/vacuna contra el peligroso “microbio virgen” dada, como lo calificó Tristan Tzara en uno de sus hipócritamente aclamados manifiestos.
Mientras Dada se considera heredero del Romanticismo, el Surrealismo entronca más directamente con el Simbolismo. Sin embargo durante la época inicial hubo ciertos contactos y relaciones recíprocas entre ambos movimientos, cierta simbiosis, de hecho algunos críticos llegaron a calificar al Surrealismo como el “Dada francés”
Una de las características que los diferencian es la dualidad accion/sueño. El Surrealismo presta un primordial interés por el onirismo, los estados semihipnagógicos (la duermevela), la hipnosis etc…incluso el propio Breton era un gran aficionado a la astrología, diseñó un Tarot e hizo las cartas astrales de algunos de sus compañeros. No olvidemos tampoco el concepto acuñado por Breton del azar objetivo, esa especie un “dejà vu”, la intuición o pálpito, que impregnó sus obras más importantes e incluso algunas de sus decisiones vitales. En el Manifiesto Dada 1918 Tzara escribe “El sicoanálisis es una enfermedad peligrosa, adormece las inclinaciones irreales del hombre y sistematiza la burguesía”. Mientras a Tzara le interesan los aspectos culturales artísticos y etnológicos de las creaciones primitivas, Breton se involucra en sus usos rituales, mágicos y religiosos. La estancia en México, ese país donde los ritos mágicos son tan abundantes, influye sobremanera en Breton. En definitiva es el secular enfrentamiento entre superstición y escepticismo
En su ultima etapa Breton aun profundizó más en la magia y el ocultismo. En la Nota V de Granos y salvado Tzara expresa claramente las diferencias entre ambos ante el valor objetivo del sueño (del que el surrealismo extrae mientras dada se proyecta).
También entre sus posturas políticas, aun siendo bastante similares, hubo discrepancias y en la diferente reacción ante la invasión nazi de Francia. Las tres ramas o focos simultáneos donde se originó el movimiento Dada tuvieron, cada una, sus peculiaridades, en EEUU estuvo más centrado en el arte, en Alemania en política, con una tendencia libertaria y Francia derivó en escuela literaria. Ya en 1929 escribe Masson “El surrealismo se ha convertido en un nuevo clasicismo”, unos años más tarde, en 1936 es Éluard el que en carta a Gala afirma que el surrealismo es un academicismo de nuevo cuño. Pero pero lo que mas distanció ambos movimientos y destruyó la breve amistad es el unánimemente reconocido carácter controvertido de Breton, como de muestran las entrevistas que hizo a ambos poco antes de morir la prestigiosa periodista Madeleine Chapsal, que escribe : “….sus principios y consignas eran idénticos, pero sus maneras de vivirlos eran opues tas. Breton se creía un gran hombre, se había forjado una leyenda que defendía a capa y espada. Tzara huía de todo lo que sonase a fosilización. Estaba enfermo, por supuesto, pero yo sentía en él una deliberada voluntad de volatilización, no por modestia sino para disfrutar mejor de todo, de un instante, de una emoción, de una idea, de un reencuentro …..En definitiva Tzara era libre, mucho más que Breton. Su mera presencia me estimulaba, me sentía llena de energía….”
El surrealismo empieza y ¿acaba? en sí mismo mientras a Dada le siguieron (y aún le siguen) como faro guía y precursor la mayoría de los grupos y movimientos experimentales y vanguardistas, siendo los 7 Manifiestos casi una biblia, una lectura obligada para todo individuo librepensador. Dada esta basado en la creatividad libre e individual, sin reglas ni obediencias, mientras los miembros del Surrealismo siguen unas técnicas y se someten a los caprichos de un líder, durante los últimos años Breton había roto con todos sus antiguos compañeros y su círculo estaba constituidos por jóvenes que adoraban al mito. El surrealismo estaba ya circunscrito a un fanatismo sectario. Dicho todo con pleno reconocimiento de la influencia y logros del Surrealismo en la evolución de las ideas y del arte, pero su supervivencia excesiva termina por ensombrecer su historia y cuestionar su actual vigencia. De todas maneras siempre debería haber existido una hermandad entre dadaistas y surrealistas, la historia deja entrever que la colaboración entre ambos dio sus mejores frutos. Con todo, ya va siendo tiempo de recuperar la impresionante figura de Tristan Tzara, un poeta por reivindicar, y situarlo en el lugar que le corresponde.
El Surrealismo es como ese río de aluvión, torrencial, que sólo fluye cuando llueve de manera incontrolable, y arrastra cuanto encuentra a su paso para luego depositar todo en el mar. Dadá fue y sigue siendo ese prístino manantial, con un chorrito intermitente, incluso en ocasiones parece a punto de extinguirse, pero su lento y persistente goteo cala profundamente en la tierra, crea acuíferos subterráneos y emerge luego a la superficie en cualquier lugar inesperado.
VI
Tzara y España
Ya en sus Primeros poemas rumanos, escribió uno titulado Introducción a D. Quijote, que parecía presagiar prematuramente su devoción por España, por su historia, por sus pintores y por sus poetas. Es, cuando menos, deplorable la escasísima atención que España ha tenido hacia Tzara, máxime teniendo en cuenta la preocupación y los libros de poemas que dedicó a nuestro país al que amaba profundamente. Tzara está poco y mal traducido al castellano, y en versiones que desgraciadamente pululan por internet. Dejando de lado los 7 Manifiestos, universalmente reeditados sólo tenemos las dos ediciones deficientes de El hombre aproximado o aproximativo y la excelente traducción de De nuestros pájaros, de un total de seis voluminosos tomos que componen sus Obras completas en francés, sensacional trabajo de Hernri Béhar.
Pasemos a enumerar las obras relacionadas con España, hay textos sobre nuestro país, al menos, en cinco de sus libros! : Señal de vida, La cara interior, Sin disparar un tiro, En primera línea de fuego y, Sures alcanzados, y poemas sobre Machado, Lorca, Picasso, Miró y prosas diferentes. Podemos afirmar sin ningún temor a equivocarnos que tras su actitud pacifista durante la Primera Guerra Mundial, fue al abrazar la causa de la República cuando culminó un proceso de concienciación que desembocaría en su adscripción al Partido comunista y a su beligerancia en la Resistencia cuando se produjo la invasión hitleriana.
La más intensa y duradera de sus relaciones con artistas españoles fue la que mantuvo con Picasso, fiel amigo durante toda su vida. Según la biografía que escribió François Buot, Tzara, residiendo todavía en Zúrich, intenta establecer contactos con el grupo cubista a través de Max Jacob, que frecuentaba el Bateau Lavoir. No fue hasta el 17 de enero de 1920, cuatro años después del inicio del incendiario dada, cuando Tristan llega a París, se instala en el apartamento de Picabia. y comienzan los numerosos actos provocadores y escandalosos del dada francés, que sería demasiado prolijo y quizás tedioso enumerar aquí. La amistad recíproca con Picasso dio lugar a colaboraciones de éste en la ilustración de algunos libros de Tzara, de hecho Pablo colaboró en la última obra de Tzara titulada La rosa y el perro, poema perpetuo, texto escrito en cinco páginas con círculos concéntricos, muy probablemente inspirado por el corto cinematográfico Anémic cinéma de Marcel Duchamp y, por ello, de lectura infinita. En el interior de uno de los círculos Picasso puso una críptica inscripción, sobre la que luego volveré. Antes en 1933 la portada de El Anticabeza era un aguafuerte de Picasso, en 1950, Pablo ilustró Memoria de hombre con nueve litografías, y en 1956 con seis grabados a cincel el poemario En primera linea de fuego. También, en la representación privada de la obra teatral de Picasso El deseo atrapado por la cola, el pintor dio un papel a Tzara.
Entre sus ensayos sobre arte existen nada menos que seis estudiando la obra de Pablo Picasso, paso a enumerar algunos : Los collages de Picasso donde establece una analogía entre el empleo del collage en pintura, con la inclusión del proverbio y de la frase hecha en poesía; en el escrito, como gustaba calificar a los ensayos, Picasso y los caminos del conocimiento donde, partiendo de su famosa frase, “el pensamiento se hace con la boca”, cambia boca por mano, y hace un profundísimo análisis de su obra. En otro, titulado Picasso y el hombre con cordero, interpreta esta escultura y la compara con el Moscóforo de la Antigua Grecia, pero haciendo notar varias de sus diferencias, pesado el uno, grácil y leve el otro. Por último, mencionar el de Picasso y la poesía que establece un paralelismo, en cuanto a su relevancia histórica, entre Las señoritas de Avignon y Alcools de su adorado Guillaume Apollinaire, obra cuyas galeradas conservó Tzara en las que se demuestra la gradual desaparición, por primera vez y de manera absoluta, de los signos de puntuación.
Miró ilustró con 8 aguafuertes El Desesperanto, la tercera parte de una edición de lujo de El Anticabeza, una las más bellas obras de la época, y poco después en 1950 el mallorquín ilustró con 72 litografías la obra Hablar solo. En palabras del pintor, cuando el editor Maeght y Tzara le propusieron el trabajo se entregó a ello con profunda devoción ya que era uno de los más hermosos libros que había podido ilustrar. Tzara dedicó a Miró dos de sus escritos teóricos incluidos en la recopilación El poder de las imágenes. Ésta junto a Las Esclusas de la poesía fueron resultado del trabajo de recuperación, clasificación y corrección de todos sus escritos sobre arte, la anterior, y sobre poesía, incomprensiblemente nunca publicados, en ningún idioma como obras exentas y solo conocidos gracias a la inclusión en sus, ya mencionadas, Obras Completas.
Por último reseñar que la publicación de la obra de teatro Pañuelo de Nubes fue acompañada de aguafuertes de Juan Gris, y en su representación utilizó, como Chaplin en su película Luces de la ciudad, la música de La violetera canción compuesta por el Maestro Padilla, inspirada por Remedios, una florista que paseaba por las Ramblas. Muy probablemente Tzara la habría escuchado en París en la voz de Raquel Meyer.
Con Buñuel tuvo una relación de admiración mutua y fueron compañeros en el Comité de Escritores e Intelectuales Antifascistas. También hubo una admiración recíproca, incluidas algunas partidas de ajedrez, con Fernando Arrabal, que hablaba de la obra de Tzara como “necesario evangelio”.
Vayamos a sus visitas a España. No me consta que pese a su amistad con Gala, primera esposa de Paul Éluard, estuviera en Cadaqués, sí estuvo su mujer Greta cuando se separaron, sin embargo su relación con Dalí no fue nunca fluida, al contrario, básicamente por dos cuestiones, por la escasa importancia que Tristan otorgaba al aspecto onírico en la creación (tema que también le alejó de Breton y de los Surrealistas) y, además, por el visceral anticomunismo de Salvador.
En mayo de 1929, durante su paso por Madrid, es recibido por Gómez de la Serna, el líder absoluto de la vanguardia, autonombrado presidente de los jóvenes poetas viejos, los tertulianos del café Pombo que se disputaba la primacía literaria con el Café Colonial, donde acudían los tres «presidentes Dadá» nombrados por Tristan Tzara: Cansino Assens, Guillermo de Torre (cuya correspondencia con el primero refleja un proceso que pasó de la adoración a la distancia) y el desastrado Rafael Lasso de la Vega, el poeta vagabundo que murió aplastado por las puertas giratorias del Ateneo sevillano. De pronto, llega el momento histórico, el instante en que el inventor de Dada desciende por las escaleras del Pombo y se adentra en la Cripta. Ramón Gómez de la Serna, eufórico y con su velocidad y brillantez de palabra habituales, henchido de gloria le recibe. Relata el investigador Miguel Molina Alarcón : “Él, con su monóculo agresivo, su próximo libro L’homme approximatif, su estaturilla impertinente y violenta, dulcificada por el halo rubio y nórdico de Madame Tzara, delicada como cerámica danesa». En realidad ese libro, que iba a marcar un antes y un después en la obra tzarista, se publicaría en 1931, por lo que en todo caso se trataría de unos primeros bocetos. Por su parte la revista dirigida por Ramón La Gaceta Literaria recoge el acontecimiento de esta manera: “La otra noche apareció por Pombo el lúcido creador del dadaísmo, hace ya 13 años ¡qué tarde llegan aquí dos vestigios! Pombo se jovializó de mayor contraste que nunca, ¡qué bien brillaba el monóculo de Tzara sobre las paredes atónitas —Aquí se sentó Picasso cuando le dimos un banquete, hace algunos años—le dije— y eso le reconfortó. Después yo repasaba la historia de Tzara, intrépido, creador definitivo, y se leyeron fragmentos de sus 7 manifiestos, de Aa el sr antipirina y un poema dedicado por Picabia.”
En noviembre de 1936 volvió a Madrid y también a Barcelona para apoyar a la República, llegando incluso a hablar por radio a todos los catalanes. De aquel viaje Alberti relata “esta manifestación (mitin en Barcelona) fue emocionante, se sabía que si caía Madrid, el destino de Cataluña estaría sentenciado, mientras la capital estaba sin luz, Barcelona brillaba, sin embargo al final los bombardeos de un barco rebelde provocaron la oscuridad”. En uno de sus numerosísimos artículos titulado Tzara “Bellezas de España” Tzara hizo una preciosa descripción de cada una de nuestras regiones.
En 1935 se funda el Comité de escritores para la defensa de la cultura del que Tzara llega a ser secretario general y que convoca en 1937 su Segundo congreso en la ciudad de Valencia el 4 de julio de 1937 en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento reuniendo a escritores e intelectuales antifascistas como él, entre ellos y André Malraux, Octavio Paz, Alejo Carpentier o Pablo Neruda. Conoció a Machado al que dedicó un poema, igual que hizo con Federico al enterarse de su muerte que le produjo gran conmoción. Otras sesiones del congreso se celebraron también en Madrid y Barcelona. En este viaje se proyecta una plaquette Mora de España, con colaboraciones extranjeras para recolectar fondos en favor de la República, con un poema de Vicente Aleixandre y otro de Tzara según consta en una carta de Gil Albert del 22 de julio de 1937. Es la época de las purgas al Poum, los troskistas, el asesinato de Nin, los preparativos los hace desde el Madrid asediado, en Francia el frente popular agoniza y ya no se siente simpatía por la causa republicana y situándose por encima de esta situación lee uno de sus ensayos más importantes titulado El individuo y la conciencia del escritor. Es una defensa de la poesía como modo, no un medio, de vida, no como una mera profesión u oficio literario.
En enero de 1937 dio un discurso radiofónico en París, donde reconocía su deuda con la Guerra Civil española cuya influencia había contribuido a formular y reforzar su concepto de la función revolucionaria de la poesía. En julio del mismo año como secretario de Comité, en el informe de las actividades llevadas a cabo en apoyo de la República, habla de la colaboración con la Casa de Cultura para organizar unas giras, con la finalidad de recaudar dinero, con bailarines de Valencia y la Cobla de Barcelona, que al parecer dejaron un recuerdo imborrable entre el público parisino. También entre marzo y abril de 1937 y organizado por la Generalitat se celbró una exposición de arte catalán de los siglos X al XV en el Museo de Paume en las Tullerías y trasladada al mes siguiente al museo de Saint Germain debido a su éxito.
Y por último en muy reciente investigación he descubierto un importante documento en el que se pormenoriza hasta el máximo detalle unas vacaciones que Tzara pasó en Tarragona, en los veranos de 1958 y 1959. Estas vacaciones catalanas tienen una extensión en Mallorca e Ibiza. Tristan Tzara vino a Catalunya para pasar dos veranos invitado por el escultor Apel·les Fenosa. Tzara había ayudado al escultor catalán a conseguir dinero para la compra de esta casa vendrellense. Concretamente, Tzara vendió un dibujo de Picasso propiedad de Fenosa y también en Barcelona un Picasso de la época azul ayudado por el escultor, con el que obtuvo una comisión por esta venta. Fenosa y Tzara ya se conocían en París y en 1955 el escultor había hecho su retrato. Tzara llega a Barcelona el 8 de agosto de 1958 y permanece hasta finales de septiembre. En este viaje realiza una visita a Mallorca invitado por Cela con el que se entrevista ampliamente el 16 de agosto.
El programa de aquel verano se adapta a las visitas que reciben los Fenosa y a las excursiones por la zona. Al día siguiente de la llegada a Barcelona comen con el matrimonio Comes Valls, que se suma al grupo, que cada vez se hace más extenso. Ese verano están en la casa de El Vendrell: Claude, la hermana de Nicole, la familia D’Albis y el escultor japonés Mizui, asistente de Fenosa, con su esposa. El 10 de agosto Tzara acompaña al grupo al Albiol para asistir a un bautizo. En las imágenes que documentan ese día aparece Tzara con Nicole y Apel·les Fenosa, Claude Guignard Debachy, su hijo Pierre Henri Gleize, Anton Andreu, Jean y Florence de Albis y Agnès de Albis. El 19 de agosto llega Alexandre Cirici, crítico de arte, les visita y deja testimonio en su dietario.
Junto al Vendrell tenía alquilada una casa de vacaciones el editor y grabador Jaume Pla, alma de la colección de Rosa Vera. En su casa veraniega, Pla invitaba a personalidades amigas, como la galerista madrileña Juana Mordó. Pla sabe de la presencia de Tzara en casa de Fenosa y propone a él y a Tzara colaborar en un proyecto, una aproximación de artistas catalanes a poetas franceses que no se llegó a consumar.
Relata Jaume Pla : “Conocí a Tristan Tzara en la casa que el escultor Apel·les Fenosa tenía en El Vendrell. Por aquel entonces nosotros teníamos una casita alquilada en la playa de Altafulla. Tristan Tzara y los Fenosa habían venido muchas veces y habían pasado un buen rato tomando el fresco y bebiendo limonadas. Tzara era un hombre que hablaba poco y en voz baja. Tenía una cara muy trabajada, de hombre que ha vivido mucho. No sé exactamente por qué, pero pronto se le identificaba la raza: era judío. Nunca hablamos ni le oí decir ni una palabra sobre poesía o sobre arte. Sólo una vez, hablando de Picasso, me dijo que en uno de sus libros de poesía aquél le había ilustrado un grabado móvil sobre un eje central. Debajo de este elemento rotatorio Picasso había grabado una frase muy expresiva, Merde à celui qui le lit, dedicada al coleccionista excesivamente curioso”.
Los Fenosa tenían una casa magnífica. Era un caserón enorme, con restos góticos, cámaras anchas y una galería cubierta a ambos lados del pequeño jardín que contenía unas palmeras que apenas cabían. Tzara comentaría después “Me parece que las aceitunas más perfumadas, los pimientos más rojos y los tomates más en su punto los he visto y los he comido allí”. Fenosa y Tzara desaparecían pronto de los vsitantes y se iban a hacer interminables partidas de ajedrez. Llegué a pensar que el motivo principal de la estancia en El Vendrell eran las partidas de ajedrez.
El segundo viaje a Cataluña es en 1959. Tzara llega a Barcelona el 18 de septiembre y vuelve a instalarse en casa de los Fenosa en El Vendrell. Inicialmente se trataba de pasar unos días de descanso en casa de un amigo parisino, como era Apel·les Fenosa, pero Tzara estaba inmerso entonces en una obsesión creativa: consideraba que los poemas de François Villon estaban encriptados, y su intención era descifrar las claves de esa segunda lectura escondida. Tzara siguió con esa obsesión hasta su muerte. Viaja a Ibiza y allí el escritor Mariano Villangomez traduce al catalán el poema De una ciudad que publicará muchos años después, en 1985, el Instituto de Estudios Ibicencos. El ceramista Antonio Ruiz y el fotógrafo Jose Maria Subirats le acompañan, incluso celebran una fiesta en su honor, éste último realiza numerosas fotos que son un importante documento de la estancia de esa última visita de Tzara a España.
*Material suministrado por: Manuel Puertas Fuertes, autor de estos textos y de los contenidos publicades en la web: https://tristantzaraydada.org/ , orientada a dar a conocer en castellano la vida e ingente e imprescindible obra de Tristan Tzara y cuantos artìculos, documentos, ensayos, etc…..hagan referencia a èl.
Manuel Puertas Fuertes
De joven codirigí las revistas Malvaloca y Guadaña en Zaragoza. Llegado a Huesca organicé audiciones de música y poesía, fui redactor y locutor del programa de poesía Misa de 10 en Radio Castaña, más tarde desde La Caja de Pandora fui impulsor de nuevos conceptos educativos, también otganicé las tertulias inauguración del Ateneo Libertario Ramón Acín, también fui coordinador de talleres de poesía experimental y creativa en la Biblioteca Pública y en el Centro Raíces, expuse una selección de mis obras de poesía visual El Juicio Original en la Librería Anónima, trabajé como lexicógrafo en el diccionario analógico-conceptual www.zirano.com -premio concurso Idea Gobierno de Aragón- He sido conferenciante, rapsoda y performer en Aveletra, Periferias, La Catalítica y en Open Mix en Huesca, en EDITA, Voces del extremo etc… He publicado dos libros de creación : Musarañas de poesía experimental y P-O-E-S-I-A, plaquette fonético-visual, y a partir de mis investigaciones y traducciones sobre Tzara, también he autopublicado los libros : el ensayo Aproximando a Tzara (incluye Granos y salvado) y ¡Las 40!, obra póstuna en edición de artista y 23 manifiestos dada que reproduce el numero 13 de la revista Littérature de 1920. He publicado trabajos en numerosas revistas españolas y extranjeras y como máximo experto en la obra de Tzara en el idioma castellano, y ante la desidia de la industria editorial, aporto desinteresadamente al acervo hispanohablante todos mis conocimientos sobre su vida y mis traducciones de las obras completas en la web https://tristantzaraydada.org/ , donde he dado a conocer a este imprescindible autor a más de 50.000 visitantes en poco más de dos años.
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